A veces dan ganas de tirar todo por la borda y navegar livianos... A veces la vida nos quiebra y otras no nos damos cuenta que ya estamos quebrados. A veces no hay a veces... Todo continúa como si nada pasara... Y nos queda la conciencia absorta del sin sentido...
No sé, no sé nada, pero me parece que este tiempo es tan raro... Repleto de voluntades oscuras que necesitan de infelices para que cotidianamente saquemos un pasaporte hacia lo que no somos. Será cuestión de detenerse y bajarse de ese tren. Detenerse y sólo dejarse andar. La obra es eso, lo que se ve... Estos personajes que aparecieron de algún lado y se encuentran un día, atravesados por esta época, andan acelerados buscando llegar a algún lugar, confundidos de importancias... Consumiendo nadas...
Finalmente le dedico esta obra a Fede, porque misteriosamente estuvo, sobre todo cuando filmamos. Porque creo, amigo, que compartirías este trabajo que nos indujo a un viaje centrífugo y en caída libre... Sé que coincidirías con estas “Demasiadas pocas cosas”. Así que... Chabal... Caballero... Ahí va, para vos...
Andrea S.